Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor para prepararle el camino.
Darás a conocer a su pueblo la salvación
mediante el perdón de sus pecados,
gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios.
Así nos visitará desde el cielo el sol naciente. Lucas 1:76-78
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